Larga vida «serial» a la reina

A dos meses de la muerte de Isabel, Netflix anunció el estreno de la quinta y más polémica temporada de The Crown.

Cuenta la leyenda que la reina Isabel miraba The Crown. Tal vez, no lo sabremos nunca, se sentaba en el living del palacio los domingos, con una copita de algún licor, y ponía la serie de Netflix sobre su vida. Tal vez, quién sabe, también se reía por lo bajo o mascullaba alguna bronca en algún capítulo. O se retorcía, como cuando se contó cómo un desconocido entró a su dormitorio y se le sentó en la cama mientras dormía. A casi dos meses de su muerte y conociendo el protocolo con el que manejó su (casi nula) vida privada, es posible ya decir que nunca sabremos qué le pareció, si estaba satisfecha con el producto final o si le gustaron las actuaciones de Olivia Colman y Claire Foy, quienes la representaron hasta la edad adulta. Una lástima.

Ya sin ella también, el próximo 9 de noviembre Netflix entregará a su audiencia la quinta temporada de The Crown, que lleva a la familia real a la década del 1990 y, con toda seguridad, repasará el famoso “annus horribilis” (año terrible en latín, según Isabel misma lo describió) que vivió en 1992. Ese año, recordemos con espóiler, ocurrió la separación tumultuosa de Carlos y Diana, y la también separación indecorosa del Duque de York y Sarah Ferguson. Pero, más que nada, en medio de todos esos eventos desafortunados, los 1990 sellaron la relación, muchas veces impúdica, de la familia real con la prensa amarilla británica.

Es por todo esto que, si bien los productores de The Crown han sido bastantes benévolos en el tratamiento de los hechos que inspiran la ficción (asegurándose también así su continuidad), esta temporada será la más fuerte en términos históricos y la que despierta menos simpatías sobre los Windsor. También, hay que decirlo, las efemérides que se relatan están más presentes en la memoria colectiva, lo que lo hace más atrayente: cuando el repaso toma temas recientes, aunque más no sea en una ficción, el espectador puede poner a prueba el ejercicio de la memoria y la percepción sobre lo que ocurrió, recordar dónde estaba, etcétera. Le da el toque de gracia.

Pero, lamentablemente, si la salida escandalosa de Meghan y el príncipe Harry fue la perla que terminó por coronar el arco narrativo de la historia de amor y desamor de Carlos y Diana, la serie no lo mostrará. The Crown tiene asegurada una temporada más, la última, que los acercará al nuevo siglo, pero no al presente, así que desafortunadamente no podremos, al menos por ahora, ver ficcionalizado el otro escándalo al que Isabel seguramente también consideró “horribilis”, aunque ya tal vez muy cansada y resignada como para salir a decirlo públicamente. Otra lástima.

Publicado originalmente en La Voz del Interior – Domingo 23 de octubre de 2022

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