Tres series que se emiten por streaming están ambientadas en la famosa “ciudad de los vientos”, una alternativa cool a Nueva York y Los Ángeles y que se ha terminado de apuntalar como propuesta de localización para televisión.
En la primera temporada de The Bear, Carmy, el personaje principal de la serie sobre un chef que trata de revivir un negocio de sándwiches que le heredó su hermano antes de quitarse la vida, se acerca a la playa de noche. Es pleno invierno y se puede ver cómo su respiración se vaporiza y sus ojos se ponen vidriosos mientras la mirada se le pierde en la nada. Mientras tanto, Sydney, la cocinera que le da una mano en el local, espera el tren para volver a casa. Es una estación elevada sobre la calle en una plataforma que está al aire libre. El mismo frío que a Carmy le corta la cara, a Sydney le encuadra la expresión. Otros detalles van dando pistas de la ciudad en donde todo esto ocurre: un avión pasa muy cerca, un cartel luminoso de hot dogs se refleja sobre la vereda, una caminata por el barrio muestra los callejones y las casas de ladrillo visto amarillento. Estamos en Chicago, en la costa del lago Michigan, en el medio oeste norteamericano.
The Bear no es la primera ni la última serie o película filmada en la “ciudad de los vientos”, pero la ha convertido en un ícono desde su estreno en 2022 a fuerza de mostrar, no solo la escena culinaria de alta costura, sino también los recovecos de la tercera gran metrópolis de EE. UU. que solo los vecinos conocen. El aire frío que empaña las expresiones de Carmy y Sidney en esas escenas es un rasgo distintivo que solo aquél familiarizado con el clima de esa región conoce de primera mano. El tren elevado la diferencia de cualquier otra urbe estadounidense y su particular arquitectura, parecida a Nueva York pero en menor escala, termina de hacer el truco de magia. Con The Bear, Chicago se vuelve un personaje más de la historia, uno recurrente que se consolida como alternativa a las palmeras y mansiones de Los Ángeles, y a las ya archiconocidas callecitas del Upper East Side de Manhattan donde vivían las chicas de Sex and the city. Chicago cobra vida y es maravillosa.
Con otro enfoque, pero también en la misma ciudad, el centro de Chicago (conocido como el “Loop” por la forma rectangular que hace el recorrido del tren) es también el espacio elegido para la nueva versión de Se presume inocente. La versión serial de la novela de Scott Turow que fue llevada al cine por Alan Pakula en los 1990 y protagonizada por Harrison Ford, invocaba originalmente un lugar ficticio para enmarcar el caso en el que un notorio abogado era culpado del crimen de una colega. Ahora, en la piel de Jake Gyllenhaal, los planos aéreos de los rascacielos, las calles amuralladas de edificios históricos y también la casa del suburbio que caracteriza a la clase alta estadounidense son el set elegido para mostrar esta reversión del famoso thriller dramático que produce la cadena de streaming Apple TV. En Se presume inocente, además, la familia de Rusty Sabich (Gyllenhaal) es birracial, detalle que en Chicago no es extraño ni incómodo, pero que, al mismo tiempo, no deja de ser un dato interesante cuando también moviliza en algún grado a la trama.
Otra que fue rodada en Chicago en el último año es Dark Matter, protagonizada por Jennifer Connelly, y que acaba de cerrar su primera temporada también en Apple TV. En esta serie de ciencia ficción, la impresionante bahía más famosa de Chicago sobre el lago Michigan y el barrio de Logan Square se convierten en las dos instantáneas sobre las que se balancea el show, una historia fantástica y breve sobre el poder que tienen las decisiones para determinar la vida de una persona.
No solo los bajos costos y la reducción impositiva favorecen a Chicago a la hora de producir programas para televisión en comparación con otras locaciones, también contribuyen su carácter cosmopolita y diverso, que enriquece con talento humano las narrativas más inclusivas que se han visto en las últimas décadas.
Incomprensiblemente alejada del circuito turístico que se ofrece en nuestro país, Chicago debería ser una fija en la oferta para conocer en los EE. UU., aunque casi ni se la nombra. Pero si las pantallas pueden servir como turismo virtual, algunas historias también nos pueden llevar a visitar lugares que de otra manera a veces están muy alejados de nuestro itinerario. Y de paso, agregarlos a la lista de lugares para visitar en el futuro.
Publicado originalmente en La Voz del Interior – Domingo 7 de julio de 2024