El gran personaje de Terminator regresa, otra vez interpretado por Linda Hamilton, en uno de los pocos casos en el que Hollywood presenta adultas mayores en roles protagónicos.
Era 1984. Un robot venido del futuro buscaba a una mujer. No sabía su dirección, ni su aspecto, solo la ciudad donde vivía y su nombre: Sarah Connor. En épocas de teléfonos fijos sin internet, el robot del futuro se paraba en una cabina telefónica para averiguar las direcciones de todas las Sarah Connor. Eran varias. Las empezó a cazar, una por una, y las mató sin mediar palabra. La última de las Sarah viva, una camarera de unos 20 años, inocentona, era rescatada por un tipo raro, con aspecto de linyera, venido del futuro.
Así comienza una de las películas de ciencia ficción más populares de nuestra era: Terminator, y con ella, el nacimiento de un ícono: la Sarah Connor interpretada por Linda Hamilton, una actriz poco conocida que se emparejaba con un director poco conocido llamado James Cameron y con un musculoso algo conocido llamado Arnold Schwarzenegger para hacer un experimento de bajo presupuesto. Nadie se esperaba que esa historia se convirtiera en un objeto de culto y Hamilton nunca imaginó lo ligada que quedaría al universo de Terminator. Unos años más tarde, con todos los músculos marcados y la actitud de una madre titán, Linda volvió a subirse al proyecto para, en la secuela, terminar de imprimir en nuestras retinas el rol de la mujer común y corriente devenida en guerrera, protectora, madre soltera del único salvador del mundo, una señora enojada y asustada que nos conmovió.
Desde aquellos inicios, Sarah Connor ha estado presente en las pantallas. Ya sin Hamilton, hubo incontables ensayos por relanzarla, mejorarla, revivirla, traerla de vuelta, incluso sólo usando su voz. Fue encarnizada por dos de las estrellas de Juego de Tronos. Lena Headey se hizo cargo en The Sarah Connor Chronicles y Emilia Clarke le dio vida en el último ensayo para el cine: Terminator Génesis. Se aprecia el esfuerzo, pero nunca fue lo mismo. Es que hay actuaciones y rostros que parecen destinados a quedar unidos para siempre.
En noviembre la magia ocurrirá de nuevo. Con la edad de una abuela, Hamilton le pondrá el lomo y la actitud a la nueva entrega de la franquicia de Terminator que también cuenta con Cameron y con Schwarzenegger, y que resetea todos los intentos por crear líneas temporales alternativas. En remera negra y munida de una bazuca, por supuesto, se la puede ver en el único tráiler liberado hasta el momento para la tribuna. Su rostro muestra el paso de los años, pero no de la nobleza, de la gallardía. Sarah-patea-traseros, la «one and only», está de vuelta. Habrá que verla para debatir sobre sus bondades, pero si hay algo que rescatar y agradecer es esta nueva ¿tendencia? de Hollywood de permitir el «desliz» de traer mujeres adultas mayores a los roles protagónicos.
Publicado originalmente en La Voz del Interior – Miércoles, 4 de junio de 2019